Categoría: Medicina Familiar

La Sexualidad Humana

El médico de cabecera o el médico familiar es la persona indicada para atender las consultas de sus pacientes con referencia al sexo. Mientras más conocimientos tenga sobre este tema, más podrá comprender la importancia que tiene para sus pacientes.

La especialidad de la enfermedad trivial

El médico médico general debe ser un especialista en la consulta externa y, en segundo lugar, un integrador de especialidades, pero también un hombre con visión horizontal de la medicina, que pueda ofrecer guía a sus pacientes sobre una gran variedad de temas aparentemente triviales.

La Medicina General de Hoy

La Medicina General, o Medicina de Cabecera, Medicina de Familia o Medicina Principal está siendo reevaluada y se encuentra sometida a la mayor consideración hoy día. Esta no es más que la medicina de todos los tiempos, la medicina de la preocupación del hombre por el hombre que nuevamente está resurgiendo después de haber recibido en los últimos decenios el embate de la fragmentalización de la medicina en las múltiples especialidades y subespecialidades.

El Estudio de la Familia en la Atención Primaria de Salud

El advenimiento de la medicina familiar como transformación de la práctica general tradicional trae consigo la necesidad de mejorar y de incentivar el estudio de la familia dentro del contexto médico. El médico tradicional no se halla preparado científica ni anímicamente para afrontar con facilidad el reto de ofrecer un cuidado médico integrado al núcleo familar ya que ha sido adiestrado en forma cientifista, compartamentalizada, fragmentada y bajo un modelo mayormente biomédico.

Gayle Stephens y la medicina contemporánea

Una de las ideas de mayor trascendencia que se discute a diario sobre la medicina contemporánea es la reinserción del humanismo dentro de la práctica médica. El futurista Tofler recalca que el ser humano en la Tercera Ola bucará lo general más que lo particular, lo humanista más que lo cientifista, lo individual más que lo popular, lo pequeño más que lo grande, lo no-sincronizado más que lo de tiempo preciso, y esto se puede muy bien superponer a los cambios que se han tratado de instaurar en la medicina de la segunda mitad del siglo.