Tomás P. Owens J.
Medicina comunitaria es la rama de las ciencias médicas que trata sobre las necesidades y condiciones de salud y en cómo enfrentarlas con los métodos e intervenciones apropiadas, en grupos de población de tamaño y composición conocidos. Concierne a la salud de grupos populares definidos y es abarcadora, pues incluye la promoción y la medicina social, preventiva, curativa y de rehabilitación paro incluir a la comunidad y a los funcionarios del sector salud.
Esta definición requiere una más amplia comprensión del término «salud» el cual no solamente lo enfoca como un estado de total bienestar físico, mental y social, sino el concepto real de Dubos en el cual la salud es la habilidad dinámica de acomodarse y ajustarse a condiciones externas, nunca un estado utópico.
La medicina comunitaria es una vieja disciplina. Ha estado con nosotros desde los albores de la civilización. Las egipcios usaron procedimientos higiénicos y los romanos acueductos, drenajes y cloacas. Durante la edad media, el aislamiento de los leprosos casi erradicó esta enfermedad y la primera cuarentena comprobada se estableció en Ragusa en el año de 1377.
En 1796, Jenner introduce la protección contra la viruela, y con la destrucción de la palanca de bomba de agua, por John Snow en 1824, la regulación de la salud comunitaria se instituye, con participación de los ciudadanos en el primer comité de salud por el año de 1848.
En 1850, Shattuck, quien no era un funcionario de la salud, ofreció sus excelentes consejos de salud de la comunidad, que incluían, entre otros el establecimiento de comités locales y estatales de salud, programas de saneamiento para pueblos, inspección sanitaria, supervisión de la enfermedad mental, la enseñanza de sanidad en las escuelas de medicina, la prevención como fase de toda la práctica médica y revisiones de salud rutinaria.
El desarrollo moderno de la medicina comunitaria ha evolucionado a través de cinco etapas:
Para desarrollar la medicina comunitaria moderna las categorizaciones binarias tradicionales de curativo-preventivo, individual-social, básicas-clínicas, intramural-extramural deben ser descartadas. La medicina integrativa debe ser la meta y la tradición de la medicina general y de familia es la piedra angular básica. En un aspecto individual, hay países como Inglaterra, donde
la tradición hacia una atención médica primaria de orientación comunitaria es rica, con la visión epidemiológica de la cardiología de Mackenzie, las cuidadosas y muy intuitivas observaciones sobre infecciones en la comunidad de Pickles, los cuidadosos estudios sobre la historia natural de la enfermedad de John Fry o las claras y filosóficas disertaciones de McWhinney.
Entre los principios de Grant, aquellos que claramente apoyan la participación comunitaria incluyen:
El proceso de involucrar a la comunidad en medicina de la comunidad y en las decisiones y programas de salud no es fácil. Esta relación de los servicios de salud con sus comunidades debe organizarse en forma particular para cada país o región pero debe considerar:
1. Flexibilidad en el contenido y la metodología para que la comunidad determine su dirección.
2. Debe adaptarse a la estructura temporal local en su implementación.
3. Debe reconocer que los deseos de la comunidad han de ser reconocidos en todos los aspectos, desde la planificación hasta la evaluación.
Las autoridades de salud deben reconocer que al fin de cuentas, el control del sistema de salud dentro de la comunidad es por el ciudadano. Esta participación puede tomar muchas formas. Una de éstas es que los médicos formen parte de la comunidad, vivan dentro de sus linderos y participen activamente en todos los quehaceres comunitarios.
La creación de centros de salud o postas en comunidades donde se promuevan los comités de salud, es otra actividad participatoria, muy activa en nuestros países en desarrollo. Otra forma de participación eso o través de instituciones cívicas organizadas como clubes, fundaciones y demás grupos. El contacto de personal de salud con proveedores alternos de salud como serían los curanderos, médicos brujos o médicos hierberos puede ser necesario y valioso en ciertos parajes y situaciones.
La participación de la comunidad en la salud puede significar la creación de organizaciones para el mantenimiento de la salud dirigidas por los ciudadanos a quienes van a servir. La participación de la gente significa programas de promoción para distintos grupos etarios y grupos sociales como clubes de salud en escuelas y colegios, grupos de salud de la Tercera Edad y actividades para adolescentes.
El médico general y el médico de familia se encuentran en una posición óptima para implementar la participación de su comunidad en todas las acciones de salud y deben asumir el papel clave de educadores en sus áreas. Este médico debe servir de eslabón entre las agencias gubernamentales y la gente que trata.
Deben estar percatados de las creencias y la idiosincracia arraigadas en su comunidad y estar dispuesto a planificar e implementar programas que no vayan a alienar segmentos de la población. Este sí será el médico de confianza del grupo social en el cual está inmerso y se constituye en la «flor de la civilización» que describe Robert Louis Stevenson .