Por Dr. Thomas Owens
Publicado originalmente en la Revista Lotería, No. 432, Septiembre-Octubre de 2000
Para comprender mejor el significado del adulto mayor dentro del ciclo de vida familiar es recomendable remontarnos al estudio de la familia y el llamado «sistema familiar».
Ruesch y Bateson hace 40 anos indicaron que el énfasis en extremo mecanicista de los siglos 18 y 19, donde las cadenas causales científicas fueron casi siempre lineales, en ramales o convergentes, los precedentes determinaban completamente lo siguiente. La física de Newton imperaba.
El isomorfismo del comportamiento animal donde se captaban características de autocorrección capaces de respuestas predictivas y adaptativas ya fue reconocido por Bernard en 1860 con su «milieu interne» y luego profundizado por Cannon en 1929 con su concepto de «homeostasis»- Aquí habría mecanismos circulares de regulación homeostásica autocorrectiva. No fue sino en 1962 con Bertalanffy y con Miller que se crea una visión completa de un modelo científico que explica múltiples procesos corporales. Pero mucho antes de que se formulara toda la teoría ya algunos estudiosos de la relaciones familiares proporcionaban un modelo dinámico de comunicación de la familia. Uno de estos precursores fue Richardson, quien se adelantó a su tiempo y al mismo Bertalanfly en su visión dinámica de la familia como un sistema biológico complejo.
Aquí se vió el fenómeno, no raro en las ciencias, donde una idea originada en una dimensión provee las posibilidades de cambios dramaticos al aplicarlos a otra dimensión .
Un sistema es un tipo especial de patrón o de forma en el cual la atención enfocada sobre las relaciones entre sus elementos y no solamente sobres éstos. Estas relaciones serían entre los objetos y entre sus atributos. En una familia los objetos serán los componentes, los cuales pueden formar unidades dinámicas como personas, díadas, generaciones, subgrupos por sexo u otro. Los atributos serían propiedades de los objetos, particularmente sus valores de comunicación. De allí, vienen algunas de las clasificaciones de dinámica familiar como es la de Kelltor y Lehr, en la cual indican familias abiertas, cerradas o al azar: las primeras las mas sanas, con una buena comunicación, las segundas con hermetismo, dirigidas por un miembro único y las terceras, con un comportamiento dispersado, sin guía y sin visión de conjunto.
Los sistemas pueden ser cerrados o abiertos. En aquellos cerrados, no hay relación esencial de retroalimentación con el ambiente. Los abiertos pueden ser de asa cerrada o de asa abierta. En los de asa cerrada se depende totalmente del ambiente para la regulación, mientras que los de asa abierta serán capaces de usar nuevamente información para modificar su estructura interna y su relación con el ambiente. Ejemplo del primero será la mesa de billar, del segundo el termostato de un calentador y del último la familia.
La familia como un sistema abierto, de asa abierta, posee características generales bien definidas: integridad, autorregulación por retroalimentación, equifinalidad. Por integración se entiende que la familia no es solo un agregado de elementos, sino una totalidad que funciona en virtud de la interdependencia de sus partes, «El sistema es más que la simple suma de sus partes”. Por autorregulación de retroalimentación se entiende una transferencia de información, no una simple transferencia de energía y esta retroalimentación es de un modelo circular y no lineal de causalidad.
En morfoestata existe retroalimentación negativa para conservar la constancia o estatus quo, de la mofogénesis, habría alimentación positiva con el fin de producir desviaciones de un patrón para crear otro. Ambas retroalimentaciones son necesarias para la sobrevivencia de la familia.
A la estabilidad funcional de la familia le llamó Jackson homeostasis familar y muchas de las clasificaciones de dinámica familiar se basan en este principio y esta búsqueda. Así Zimmerman clasifica familias en tipo a) síndico, tipo b) doméstica y tipo e) atomista (SIDA).
En la síndico hay un rector único, un «padrino» y eje qne regula y dirige; en la doméstica habrá buena comunicación y homeosiasis; mientras que en la atomista existe dispersión, falta de cohesión, y falta de homeostasis. Por equifinalidad entendemos que estados similares de organización pueden ser alcanzados desde distintos estados iniciales. El concepto corolario, de multifinalidad, describe un proceso contrario en el cual condiciones similares iniciales pueden llegar a estados distintos al final. Los patrones de interación de simetría y complementariedad ayudan a explicar el principio de equifinalidad. En simetría un tipo de comportamiento produce una respuesta del mismo tipo como es el caso de las exigencias de un padre al cual su hijo adolescente responde con mayores y crecientes demandas. En complementariedad la respuesta a la conducta es opuesta a la misma, como es el caso del adolescente que responde al padre con una actitud de dependencia total.
Cuando los patrones de simetría y de complementariedad operan sin restricción se puede alcanzar un estancamiento homeostástico como sería el usual baile marital en que el marido dice que su alcoholismo se debe a las necedades de su mujer y ésta dice que sus necedades se deben al alcoholismo de su marido. A esto le llamó Baleson esquismogenesis. El sistema familiar, como dice Minuchin, se diferencia y funciona en base a subsistemas que pueden ser de individuos o díadas, formadas por sexo, por intereses particulares o por función.
Entre uno y otro sistema existirá una intertase que se encuentra en la frontera entre uno y otro. La interfase y la frontera se definen por relaciones y no por características propias. Las familias desarrollan sus subsistemas y fronteras y para que funcionen adecuadamente deben poseer claridad o sea, deben ser diáfanas o transparentes.
En base a la definición de fronteras pudo Minuchin clasificar la dinámica familiar en enmarañadas, en las cuales hallamos fronteras difusas y pobres o familias desligadas, en las cuales las fronteras muy rígidas mantienen aislados a sus miembros.
Las familias no son estáticas, sino que cambian a través, del tiempo, primordialmente debido a cambios históricos y sociales, cambios catastróficos y cambios del desarrollo.
Ejemplos y repercusiones de estos cambios pueden ser múltiples: urbanizaciones, cultura cambiante, traslados. Del segundo, guerras, terremotos. Del último, la llegada de nuevos miembros, la muerte, la maduración y crecimiento.
Las transformaciones de una familia pueden ser de varios tipos. Si nos basamos en Whitehead, serían de dos tipos, de primero y de segundo orden.
Los cambios de primer orden son aquellos que no requieren cambios cualitativos de sus miembros, mientras que los segundos orden requerirán cambios en los patrones familiares con reales transformaciones de la homeostasis, sustanciales, profundos y a veces difíciles.
Otra definición de sistema biológico es la original de von Bertalanfly, un orden dinámico de partes y procesos que se manifiestan en interacción mutua, uno con otro. Estos sistemas se presentan en forma jerárquica en la naturaleza, cada niveles es completo en sí pero parte de otro mayor y siempre será abierto. Existe un equilibrio dinámico interno entre las partes de un sistema y equilibrio dinámico externo con otros sistemas son causas de cambios que operan en torno de reverberaciones y no lineales newtonianas.
El sistema hombre o sistema persona humana se halla jerárquicamente en en nivel interno entre los niveles organicistas y los niveles sociales.
El primer nivel social jerárquico del hombre es la diada y sobre éste la familia. Bajo la persona humana el nivel organicista inicial serán los subsistemas e intersistemas locomotor o nervioso respectivamente, luego figuras de organización, cómo los órganos.
En base a lo expuesto al considerar a la familia como un ente dinámico y su jerarquización en relación con la teoría de los sistemas, podemos ubicar dentro de un ciclo de vida familiar a las etapas del desarrollo de una familia. A pesar de la gran heterogeneidad entre familias, una familia típica se desarrolla usualmente con un patrón de una fase de formación, una fase de extensión, una fase de contracción y una fase de disolución.
La primera, la de unión de una pareja, la segunda del nacimiento de los hijos, la tercera de lanzamiento o salida de los hijos del hogar y la última de nido vacío, jubilación, vejez y muerte.
Duvall en 1971 describió 8 etapas de desarrollo de ciclo familiar, cada uno con sus tareas, sus funciones, sus problemas y sus protagonistas:
1.Noviazgo y unión o matrimonio,
2. Embarazo y primer hijo
3. Niños preescolares
4. Niños escolares.
5. Jóvenes adolescentes
6. Años de lanzamiento
7. Nido vacío
8. Jubilación, post jubilación y muerte de conyuges
Estas formas de ver a la familia, como un ciclo que tiene un inicio y un final, con una serie de etapas secuenciales entre uno y otro, y, además, con cada fase que posee sus tareas propias, sus vicisitudes y sus confrontaciones es válido. Además de la visión horiontal de la familia en muchos casos habrá el vertical, en el cual habrá no menos de tres generaciones, casi siempre, padres, hijos y abuelos. Esta perspectiva es la de la familia extendida y explica mucho de lo que sucede durante los últimos tres estadíos de ciclo familiar de Dubai.
Si se conoce algo sobre el pasado de una familia se podrá pronosticar algo sobre el futuro. Una familia nutridota, en donde hay armonía, cariño, reglas comprensibles, comunicación asimétcia franca y gran adaptabilidad alcanzará la etapa 6 , 7 y 8 sin mayores dificultades. Una familia disfuncional, no nutridota, sea enmarañada o desligada, sea síndico o cerrada, difícilmente llega a estas etapas sin dificultades.
Ya en esta etapa 6ta podría advertirse o vislumbrarse dificultades futuras en etapas subsiguientes. La etapa 6ta, de lanzamiento o plataforma de colocación, puede desarrollarse por un lanzamiento precoz, como es el de caso de la adolescente embarazada, o lanzamiento por incompatibilidad familiar, de un hijo descarriado o presentar rivalidad entre conyugues o debido a múltiples crisis de orden normativo o paranormativo (crisis esperadas o no esperadas) o afloramiento de actividades de mayor agresividad, rechazo, displicencia o irritabilidad. La mujer puede estar cerca del climaterio, el varón puede estar pensando en comportamiento de “viejo verde”.
En la etapa del nido vacío, etapa 7ta de Dubai, se confrontan problemas de dos niveles, el primero, la pareja vuelve a estar sola, como en sus inicios, pero sin mayores estímulos y con un futuro menos esplendoroso y el segundo, los atisbos del envejecimiento. Se deja de ser padre, se reducen los protagonistas, hay más tendencia a la depresión, con disminución de las reservas orgánicas. En esta etapa faltará el papel amortiguador de los hijos entre los padres y así alguno buscará que algún hijo vuelva a casa o se ofrecerá a cuidar nietos o a ayudar en la oficina de un hijo. Se inicia una pérdida de la autoestima, peor si el padre se encontraba en un nivel 4to o 5to de Maslow. Alguno podrá llegar a tener ideas suicidas o pensar en el divorcio o a sufrir por pérdida de su nivel económico y social. Otros buscarán mayor trabajo para estar ocupados y no tener tanto tiempo libre. Es la etapa en que suele aparecer la hipertensión arterial esencial, la diabetes mellitas, el protestatismo, la obesidad, la disfunción sexual y la sintomatología vaga de problemas psicofisiológicos y problemas triviales.
La transición satisfactoria a la última etapa 8va de Dubai, de jubilación y muerte, debía considerar que no habrá estrés financiero, que se ha planificado para obtener recursos suficientes, que no hay que mantener a hijos ni nietos y que los conyugues al desarrollar mayor intimidad se sentirán más realizados. Por otro lado, habrá el temor de reencontrarse parejas que pospusieron la resolución de sus problemas interpersonales, la preocupación de la atención de padres ancianos y la percepción de que ellos se acercan rápidamente a ese estado de minusválido. La crisis normativa de jubilación, sino se ha preparado para encararla, o es acogida negativamente, es otro golpe difícil.
El envejecimiento con todas sus caracgterísticas y frustraciones pueden iniciar muy negativamente en los conyuges. Si muere uno de los conyuges es frecuente un descalabro del otro o una reacción de duelo o comportamiento de duelo no resuelto. El sentir a veces por primera vez, que la existencia es finita, es un duro golpe a la autoestima y la personalidad del anciano.
Otro fenómeno muy particularmente latinoamericano de estas últimas etapas del ciclo es la institución de la abuela. A diferencia del europeo, los abuelos para nosotros suelen ocupar posiciones importantes en el árbol familiar. En familias con mantos familiares encubridores, la abuela puede tener papel prponderante a todos los niveles.
Ella puede querer decidir qué cocinar, cómo educar a los nietos, en qué actividades participar, qué vida social seguir, de qué color pintar la casa y demás, a pesar que en un círculo de Thrower se le dibuje algo periférica o tangencial. Pero frecuentemente será dibujada en forma importante como se advierte en la figura.
Lo que llamó Pittman la crisis de desarrollo, en las cuales la familia no no se adapta a las etapas transicionales, es particularmente delicada durante las últimas etapas de la vida familiar. Nadie nos prepara para esto, aunque el conocer sobre el ciclo y sus características puede ser un valioso instrumento de medicina preventiva. Los tres órdenes de dificultades que pueden dar problemas en estas etapas. ir,. los interpersonales de la pareja, los de las nuevas relaciones con los hijos o los de las generaciones más ancianas, si son bien manejadas, podrán hacer de la última etapa de la vida una de solaz, tranquilidad y realizaciones.